La higiene de la ropa de cama y del dormitorio tiene que ser algo primordial en la limpieza y desinfección del hogar. Ya que pasamos un tercio de nuestro día en estas estancias y en contacto con los material de los que están hechos estos elementos. 

Tanto el sombre, las fundas de la almohada, las sábanas, los edredones y el propio colchón, necesitan estar limpios e higienizados de forma permanente. Primero porque en situación de normalidad, nos protegerán de ácaros y demás microorganismos en nuestra ropa de cama. En segundo lugar, tras un día de confinamiento, de una forma u de otra, podemos tener contacto con el viras, aunque no debamos saltarnos el confinamiento, el virus puede encontrarse incluso cuando bajamos a realizar la compra. 

Por ello, a parte de la higiene personal, una higiene completa de nuestro dormitorio y sus elementos es tan importante. Pero, ¿por dónde comenzar? ¿Cómo realizarlo? Te lo contamos todo a continuación. 


VENTILACIÓN DE LA HABITACIÓN 

Antes de comenzar con la limpieza de los elementos del dormitorio ventila la habitación, al menos durante 5 minutos, para eliminar el olor a humedad, a sudor o a cerrado que se acumule tras una noche durmiendo. 

CAMBIO DE SÁBANAS

Si de normal cambiamos las sábanas de media 1 vez a la semana, durante este periodo tan extraordinario te recomendamos hacerlo al menos 2 veces en semana. Tras retirarlas de la cama, ponlas a lavar a temperatura media alta, que asegure la eliminación de bacterias. Una vez que las tiendas, no dejes que estén en el exterior más tiempo del recomendado. 

LIMPIEZA DEL COLCHÓN

Es recomendable aspirar la superficie del colchón para ayudar a que el polvo no se acumule, facilitando la limpieza del colchón  y evitando la acumulación de ácaros y microorganismos. Si antes de aspirar espolvoreas bicarbonato y lo restriegas bien obtendrás una limpieza más efectiva.